¿Por qué me tiembla la quijada?

En ocasiones, podemos experimentar un temblor incontrolable en la quijada que puede llegar a resultar incómodo e incluso doloroso. Este fenómeno, conocido como temblor mandibular, puede presentarse de forma aislada o ser recurrente.
Existen varias causas posibles para este problema, entre ellas se encuentra el estrés. El estrés puede provocar tensiones musculares en diferentes partes del cuerpo, incluyendo la quijada. Cuando los músculos de la quijada se tensan en exceso, pueden comenzar a temblar involuntariamente.
Otra posible causa es la fatiga muscular. Si hemos estado realizando movimientos repetitivos con la quijada durante un período prolongado de tiempo, los músculos pueden agotarse, lo que se traduce en un temblor muscular.
Asimismo, algunas condiciones médicas pueden estar relacionadas con el temblor en la quijada. Por ejemplo, el trastorno neurológico conocido como distonía puede causar movimientos involuntarios en diferentes partes del cuerpo, incluyendo la quijada.
Además de estas causas, algunas personas pueden experimentar temblores en la quijada como resultado del consumo de ciertos medicamentos, como los antidepresivos o los medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Si experimentas temblores recurrentes en la quijada, es importante consultar a un profesional de la salud para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado. El médico realizará un examen físico y puede solicitar exámenes adicionales, como una resonancia magnética o pruebas de laboratorio, para descartar otras condiciones médicas.
En muchos casos, el temblor en la quijada puede ser tratado mediante terapia física, medicación o cambios en el estilo de vida. Por ejemplo, realizar ejercicios de relajación y respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y la tensión muscular en la quijada.
En resumen, el temblor en la quijada puede tener varias causas, incluyendo el estrés, la fatiga muscular, condiciones médicas y el consumo de ciertos medicamentos. Si este problema persiste, es importante buscar atención médica para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.